Como toda mujer (¿en serio es generalidad?) soy de mil colores, sabores y texturas. Risueña hasta morir, simple, enamoradiza pero a la vez cabrona, racional y directa, pero también muy pero muy soñadora, decidiosa e idealista. Mi novio a veces me cataloga como "difícil", situación que más que incomodarme me gusta.